PROMOCIÓN TOTAL!!! (o la inconsistencia del ser)
Llevo un tiempo replanteándome el rumbo de mi proyecto artístico. No es nada nuevo porque soy de esas odiables personas que le dan vueltas a las cosas y las ponen a prueba periódicamente, pero sí creo que llevo mucho tiempo creando contenido y el esfuerzo no es proporcional a las ganancias. Además flaco favor es para los profesionales del arte si ayudas a perpetuar que el público no lo valore, porque es gratis y se hace “por gusto”.
Así que me he decidido a buscar nuevas formas de comunicación y remuneración. Desde abrir cuentas en otras redes sociales (empecé hace años a publicar en IG y allí me quedé casi en exclusiva), o usar las que ya tenía abiertas y olvidadas (resulta que sí tenía twitter, desde 2016), a abrir tiendas online.
O sea, que estoy de PROMOCIÓN LOCA!!!!
Not easy. Después de cumplir mis primeros objetivos con una energía que desconocía que tenía, me estoy desinflando rápido, y ahora que empiezo a relajar marchas, veo que esto es una carrera de fondo y no puedo darlo todo al empezar y ya. Es más, este comportamiento es realmente autodestructivo, porque al principio es difícil obtener resultados milagrosos, y lo que propicia es que uno se desgaste y caiga pronto en una sensación de fracaso e impotencia, que no es lo mejor para llegar a terminar esta carrera que parece infinitaaaaaaah
Y así, alcanzando un grado de sinceridad íntima que jamás creí que iba a tener tan rápido contigo, me doy cuenta de algo que vislumbraba hace mucho pero no quería ver. ¿En verdad no me gusta mostrarme, no disfruto al participar, no necesito reconocimiento… o quizás me he hecho así a fuerza de esconderme, y todo eran excusas para no dar el paso, porque es mejor no saber qué hubiera sucedido, a saber que fracasaste?
Ante esta horrible duda, a la que nunca le he dado mucha cancha porque era una de esas dudas que ofenden (otra de las señales, cómo no las vi?), no me queda más que intentarlo.